lunes, 25 de junio de 2012

Spinning Around: sobre los Spinoffs de las series



Cuando una serie es un éxito, es muy difícil no tentarse de intentar prolongarlo indefinidamente o “estirarlo” lo más posible.  Por eso tenemos series que duran en el tiempo cuando la chispa creativa esta largamente extinguida, o aparece lo que es el tema de esta nota: el spinoff.
Un spinoff (de “spin –off” , desprender de ) es una serie que toma algún aspecto de la original (un personaje o personajes secundarios, una temática similar, el mismo “universo” o uno de los protagonistas que sigue por su cuenta cuando la serie madre termina). Los grados de éxito son muy variados, y generalmente poco tienen que ver con la calidad o el éxito del producto original, si no con que tan independientemente realizada este la idea de la serie ‘secundaria’.
A los fines de esta nota no voy a tener en cuenta los fenómenos tan de los últimos años que son las franquicias, como CSI y Law & Order, porque si bien parten de un concepto similar (y sin lugar a dudas comparten un universo), son menos integralmente un spinoff que una serie que explota temas y estilos similares a un original. Tampoco las franquicias del estilo Star Trek, que en realidad no califican como spinoffs por ser nuevos conceptos basados en uno original pero que no son desprendimientos propiamente dichos.
El fenómeno de los spinoffs comenzó en los 70 y curiosamente el primer registro mental que tengo no viene de las series norteamericanas, si no de las inglesas: se trata de George & Mildred, una serie que seguía las desventuras del matrimonio del título, que eran los caseros del departamento donde vivían los protagonistas de Man about the house (aquí se la conoció como Un Hombre en la casa). Estos disfuncionales personajes resultaron ser lo suficientemente interesantes como para ameritar una serie propia que siguió años después que la serie original desapareciera. De hecho, cuando Man about the house fue exportada a Estados Unidos como Three’s company, con muchísimo éxito, George & Mildred  también tuvo su spinoff/exportación bajo el nombre de The RopersThree’s company es un buen ejemplo además de otro tipo de spinoff, el que suele ser un fracaso: continuar la serie con parte del elenco, así fue como salió el sonoro fracaso Three’s a crowd.
Laverne + Mork + Fonzie. Cerebros explotan

Hay otros dos casos importantes de los 70: El show de Mary Tyler Moore y Happy Days. El programa de MTM dio varios spinoffs, y también dio con un secreto: el spinoff que cambia completamente el tono de la serie. Si bien MTM dio a Rhoda y Valerie (comedias similares, con fuertes protagonistas femeninas), también dio lugar a Lou Grant, serie “de periodistas” con toques policiales, dramática y de una hora de duración.  Lo de Happy Days es más complejo. HD fue un éxito tan masivo que cualquier cosa asociada con el mismo estaba destinada a ser éxito. Adicionalmente, algo del mejor talento televisivo de la época estaba asociado tanto al producto original como sus desprendimientos, así que había ciertos reaseguros. El primero fue la inolvidable Laverne & Shirley, que duro 8 temporadas, logro superar en ratings a la original y dejar un buen recuerdo acerca de todos los involucrados. L&S transcurría en el mismo periodo de tiempo que Happy Days (los fines de los 50) pero se diferenció que al mejor estilo Mad Men se permitió avanzar el tiempo de a un año por temporada. El otro desprendimiento de Happy Days es un tanto más confuso: se trata de Mork & Mindy. Porque confuso, dirán. Bueno, como les decía, Happy Days transcurría en los 50… y Mork & Mindy en “la actualidad”. No importó, M&M se transformó en un hit monstruoso, lanzando al estrellato a Robin Williams.
Los 80 fueron la era de la power-soap, y como era de esperar, ambas icónicas series, Dallas y Dinastia, tuvieron sus spinoffs.  Dallas fue primero, con Knots Landing (que en Argentina, por misteriosos motivos, se conoció como “California Country”). Knots Landing fue un ejemplo de cómo manejar exitosamente un spinoff: si bien sacaron a unos Ewing lo suficientemente relevantes como para que el público los siguiera, crearon todo un elenco alrededor que sostuvo la serie por 14 años, continuando aun cuando la original ya había terminado. El spinoff de Dinastia fue The Colbys, que era prácticamente un clon de la serie original (no en vano se la conoció inicialmente como Dinasty II). Duró solamente un par de años, y las similitudes permitieron que los rescatable del elenco  fuera reabsorbido por la serie original. La falla en este caso fue que el concepto de “universo compartido” fue llevado tan lejos que era difícil entender que pasaba en una serie sin ver la otra.
Aaron Spelling, el ideólogo detrás de tanto Dinastia como los Colby, no escarmentó, y tampoco le fue mal: cuando en los 90 se encontró con el super éxito de Beverly Hills 90210, ni lerdo ni perezoso hizo su propio spinoff, Melrose Place, basado en una premisa un poco leve de conexión, pero que cuando encontró el tono adecuado, tuvo sus propias alas. De hecho, una vez que Melrose se independizó, pasó a ocupar un universo tan diferente que una de sus protagonistas, Laura Leighton, hizo de dos personajes completamente diferentes (y protagónicos) en cada una de las series. Melrose a su vez dio su propio spinoff: Models, inc. El fracaso fue estrepitoso y  tanto una pre-Matrix Carrie Ann Moss como la ex Dallas Linda Gray prefieren que no se vuelva a mencionar el tema.
En los 90 tenemos también al que probablemente sea el spinoff más exitoso de la historia: Frasier. Frasier Crane era un personaje secundario pero muy querido del elenco de Cheers. Cuando esta serie terminó, tomaron sólo a este personaje, lo mudaron de ciudad, le construyeron un nuevo elenco secundario y sostuvo su serie por 11 años (Kelsey Grammer de esta manera hizo del Dr Crane durante 22 años contando a ambas series). Algo similar intentaron hacer con Joey al terminar Friends. Tanto personaje como público se merecían algo mejor.  

No califican como spinoffs, pero casi, los universos compartidos de ciertos productores ejecutivos, concretamente David Kelly y Shonda Rhymes. Kelly en un momento tenía dos series en el aire, ambas de abogados y que transcurrían en la misma ciudad The Practice y Ally McBeal. Pero con dos inconvenientes: estaban en canales diferentes y una era un drama de abogados serio y la otra algo así como una comedia. De a poco, un juez que aparecía en una de las series podía aparecer en la otra, y finalmente los elencos se cruzaron. El hijo bastardo de ambas es una tercera serie también en el mismo universo: Boston Legal.
Shonda Rhymes es la creadora de Grey’s Anatomy, y ahí sí hizo un spinoff hecho y derecho en la forma de Private Pratice, y siguió el ejemplo de Dallas/Knots Landing dejando que cada una siguiera su camino, con bastante éxito. Ahora lanzo una tercera serie, Scandal, que supuestamente no tiene relación con las otras dos, pero que algunos ya intuyen pertenece al “shondaverse”.
Y cerrando donde empezamos, volvemos a Inglaterra, donde los spinoffs siguen gozando de buena salud, con Torchwood siendo un exitoso desprendimiento de Dr Who, y mis favoritas Life on Mars y Ashes to Ashes, que no sólo son la continuación una de la otra, sino que para el final de Ashes se cierra la historia que empezó en Life (y tal vez se abre la posibilidad para una tercera. Pero estas dos merecen su nota propia en el futuro cercano)
¿Cuáles serian los spinoffs que les gustaría ver de las series actuales? Sally Draper en los 70 suena como una premisa a prueba de balas. Las aventuras de Mike de Breaking Bad no serian mala idea tampoco. Los frecuentes invitados en The Good Wife serian excelente material de spinoff también, y tal vez alguna de esas series moribundas de la NBC podrían dar a luz a nuevos retoños. 

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