jueves, 28 de junio de 2012

Love in an elevator: Los ascensores como una forma de arte



La foto que ilustra esta nota es una de esas tomas que resumen un programa de TV, una película, una situación. Sin palabras nos dicen todo lo que nos tienen que decir.
Para los que no tuvieron la suerte de verla, es la toma que cierra el que a mí entender es uno de los mejores episodios de todo Mad Men: The Beautiful Girls. Antecedente directo de muchas de las líneas argumentales que luego se desarrollarían en la temporada 5, es probablemente uno de los episodios mejor dirigidos y mejor diseñados (hay otra escena, un poco antes de esta, donde todas las mujeres clave del programa – Joan, Peggy, Sally, Betty, Faye y Megan– están por primera y única vez en la misma habitación, cada una habitando su mundo propio al mismo tiempo que el compartido que también es imperdible, pero que no se encuadra dentro de lo que quería contar hoy).
Traigo esta toma porque lo que la hace funcionar es que está encuadrada en un ascensor, y como Matthew Weiner comenta, el ascensor fue un protagonista excluyente en esta temporada. Hay algo acerca de los ascensores como recurso dramático que sirve como disparador múltiple: el confinamiento, la intimidad o la falta de intimidad según  quienes estén adentro. Y como se menciona en el artículo, el efecto “telón” que las puertas de un ascensor automático tienen tanto para quien está adentro como para quien esta afuera del mismo.
El ascensor también puede ser una metáfora, de subida o bajada social, de ascenso al cielo o descenso al infierno, puede funcionar como metáfora sexual. O el hueco de un ascensor vacio puede ser tan polisémico que si buscan las interpretaciones que hay dando vueltas al episodio de esta temporada Lady Lazarus, cuando se abren las puertas sin el ascensor y Don mira por  el agujero al vacio, pueden pasarse una larga temporada.
Pero toda esta conversación sobre ascensores en series de TV me remitió a otro gran uso de los ascensores que tengo en la memoria: en Moonlighting.
A veces nos olvidamos lo importante que fueron Maddie y David en la conciencia popular hace unos 25 años, lo icónico de la serie, como no habría “Die Hard” si  Bruno no hubiese pasado primero por la tele. Y uno de los motivos por lo que es importante es por los riesgos que tomaba, desde esa mezcla de drama y comedia que ahora damos por descontada pero que era impensable en los ochenta, hasta esos diálogos a quemarropa y superpuestos de los cuales gente como Aaron Sorkin ha hecho una carrera. Y porque el ascensor del edificio de las oficinas de Blue Moon Detective era tan protagónico como Willys y Sheppard. Confesiones, remates de chistes, puertas que no se abren cuando debieran o que lo hacen demasiado rápido, quedarse con la última palabra, perseguir a alguien antes que se escape… todo por un pasillo desembocando en un ascensor.
Esto era claramente un recurso de la serie, y para ilustrarlo, abajo les dejo el video oficial de la canción de la serie, donde aparte de unas escenas de la misma, la mejor manera que encontraron de decirnos ‘este es el video de la canción de Moonlighting’ es usando las puertas del ascensor como recurso.

¿Cuáles son sus usos de ascensor favoritos en series y películas? Son las del cine catástrofe? ¿El que lleva al piso  7  ½ de Being John Malkovich? ¿Los huecos de ascensor donde murieron Rosalind Shays en LA Law o el Dr Drake Remoray en Days of our lives dentro de Friends? ¿El ascensor de sangre de El Resplandor? ¿La escena del ascensor de Inception? ¿O algún otro ascensor que ahora se me está escapando? 

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